Acceder a la muerte médicamente asistida es un proceso que puede ser emocionalmente desafiante también para quienes acompañan a un ser querido. Por lo tanto, para la familia y amigos es común enfrentarse con algunas ambivalencias: es posible no haber experimentado sorpresa, pues tal vez fue una conversación que se tuvo previamente, pero también aparece la tristeza y el dolor por la inevitable pérdida del ser querido y a la vez el alivio al ver un fin a su sufrimiento. Es normal en estas condiciones experimentar emociones que pueden parecer contradictorias. A continuación, te damos algunos tips para acompañar el proceso de muerte digna.
1. Comunicación abierta:
Si tu ser querido te confió la decisión que tomó, es posible que te vea como una persona de confianza y a quien puede recurrir en los momentos difíciles. Es importante entonces que puedan sentarse a tener conversaciones que pueden resultar dolorosas: conversar acerca de los deseos en el fin de la vida, resolver problemáticas familiares de larga data pero que generan dolor y no permiten avanzar, validar los temores de ambas partes de enfrentarse a lo desconocido de la muerte y de enfrentarse a la ausencia del ser querido.
Recomendamos también tener una comunicación abierta con toda la familia. Es importante poder abordar también la muerte con los más pequeños de la familia y responder las preguntas que tengan al respecto. Podrá resultar desafiante encontrar el lenguaje apropiado, pero te recomendamos la honestidad, pues intentar matizar la situación puede resultar en mayor confusión para los menores.
2. Ir un día a la vez:
El proceso de la muerte puede resultar abrumador, por lo tanto, aconsejamos tomarlo un día a la vez y aceptar las diferentes emociones que van surgiendo, ser amables consigo mismos, sin juzgar los sentimientos, con el ser querido que va a acceder a la muerte médicamente asistida, y con el resto de la familia que también está enfrentando esta situación.
3. Gestionar espacios de transición:
En este proceso es recomendable apoyar al ser querido en la elección de la fecha del procedimiento, si bien en principio puede resultar extraño pensar en definir el día de muerte, esto les permitirá prepararse y tramitar emocionalmente la despedida del ser querido. Desde DescLAB nos parece valioso que a nivel familiar puedan llevar a cabo algún ritual o ceremonia de despedida, puede ser algo tan sencillo como orar de forma conjunta, encender algunas velas, brindar espacios personales de despedida, acudir a alguna entidad religiosa de confianza (por ejemplo, pedir los Santos Óleos), para quienes no sean personas religiosas o espirituales, pueden hacer algún ejercicio de memoria: recordar los mejores momentos en familia, tomarse una foto con el ser querido, pintar un cuadro juntos. En estos espacios se busca crear tranquilidad tanto para quien accede a la muerte médicamente asistida, como para sus seres queridos, así como para aceptar y procesar la decisión tomada.
4. Toma de decisiones y apoyo logístico:
El fin de la vida trae consigo una serie de aspectos logísticos que resolver. Es importante que se gestione oportunamente el testamento –si es necesario–, se tomen las decisiones sobre los arreglos fúnebres, el destino de los elementos valiosos (por ejemplo, el vestido de novia de la abuela o la vajilla antigua con decoraciones), se realicen los trámites bancarios correspondientes, entre otros pendientes.
Esta gestión puede sentirse extraña y abrumadora, pero también son espacios que permiten dar un sentido de alivio y estructura en medio de lo desconocido que nos resulta prepararnos para la muerte.
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