Los duelos ante la muerte de seres queridos se expresan de formas diferentes en cada persona, esto está mediado por los recursos de afrontamiento individuales, el vínculo afectivo con el ser querido, las circunstancias en las que tuvo lugar el fallecimiento, entre muchas otras. Nos puede resultar desconocido, confuso e incluso miedoso tener que acompañar el proceso de duelo de alguien más, por eso te traemos algunas ideas sobre qué hacer:
Pregúntate: ¿Cuál es mi perspectiva sobre la muerte?
Hablar de la muerte en nuestra sociedad suele asociarse con un gran tabú, pues solemos acercarnos a la muerte desde un lugar de temor y por eso la evitamos. Para poder acompañar a algún ser querido que está llevando un duelo, tenemos que preguntarnos nosotros mismos: ¿cómo nos sentimos frente a la muerte? Es común pensar en la muerte desde el temor, la preocupación y la angustia, pues nos recuerda que nuestro paso en este mundo es finito. Además, a pesar de tener alguna creencia religiosa o espiritual, lo desconocido de la muerte nos puede resultar abrumador y puede generar sentimientos de temor.
Abordar las concepciones propias sobre la muerte nos podrá ayudar a desarrollar más empatia con nuestros seres queridos, al conectar con las posibles emociones que pueden estar sintiendo en el momento
Ofrece algunas palabras amables o de consuelo a tu ser querido
Es común sentir que no sabemos qué decir a personas que están pasando por un duelo. Te recomendamos hacerle saber a tu ser querido que tú eres un apoyo para ellos. Un simple "estoy aquí para ti" o "dime si hay algo que pueda hacer por ti" puede resultar reconfortante.
Escucha con empatía
La ausencia de un ser querido puede resultar tan abrumadora que las palabras no se encuentran suficientes tanto para expresar el dolor de la pérdida, como para acompañar el trámite emocional. Es por esto que resulta valioso ser una persona empática, que escuche atentamente la expresión emocional del otro. Si esta persona se siente cómoda, permítele llorar, expresar su rabia, dolor y confusión. Si te sientes cómodo, puedes ofrecer un abrazo o una caricia en los hombros de la persona.
Comparte recuerdos alegres que tienes de la persona fallecida
Puede resultar incómodo o incluso se nos puede dificultar encontrar temas de qué hablar con la persona que está llevando su duelo, no sabemos si es apropiado mencionar a la persona fallecida o qué temas podrían resultar sensibles para ellos. Te recomendamos que puedas compartir los recuerdos de la persona fallecida con quien está llevando el duelo. Esto no solo constituye una apertura del tema de conversación, sino que puede dar luz en un momento difícil, puede también dar a conocer a sus seres queridos de otras facetas que no les resultaban conocidas de la persona fallecida.
Es común que al temer mencionar a personas que han muerto, sus dolientes no cuenten con espacios en los que puedan desahogarse y recordarlos desde los buenos momentos en vida, puedes proponerte como aquel espacio seguro en el que es posible hablar de los sentimientos evocados de la pérdida, y de los recuerdos en vida de quien ha fallecido.
Evita presionar a tu ser querido para que deje de sentirse triste a raíz de su pérdida
Si bien esto se realiza desde un lugar de amor y preocupación porque la otra persona no esté pasando por un mal momento, decirle que «ya ha pasado mucho tiempo y no tendrían por qué llorar » o qué « es momento de que lo supere » puede resultar doloroso e insensible para quien está haciendo su duelo. Recuerda: no existe un tiempo «normal» de duelo, por el contrario, lo que suele suceder es que nos acostumbramos a vivir alrededor del vacío. Se amable con tu ser querido y no lo presiones para «superarlo rápido».
A veces las acciones son más útiles
Durante las etapas iniciales de duelo las personas podemos presentar estados de embotamiento y confusión pues tenemos que adaptar nuestra cotidianidad a la ausencia. Es por esto que hacer actividades cotidianas nos puede resultar abrumador y desgastante. Para acompañar a tu ser querido puedes hacer pequeños actos como invitarlos a un almuerzo, lavar la loza, ofrecerse a cuidar un rato a los más pequeños, sacar a pasear al perro.
Por más sencillos que parezcan, estos actos de servicio le muestran a tu ser querido que tienen una red de apoyo con quién contar, les muestran que estás atento a sus necesidades y con disposición de ayudarlos y también pueden representar un pequeño alivio ante la pesadez del día a día cuando se está en duelo.
Ahora, evita presionarlos en situaciones sociales para que «vuelvan a ser ellos mismos» si los notas un poco más callados o introvertidos pues es normal tener cambios en el estado de ánimo durante un duelo.