Firmar un Documento de Voluntad Anticipada (DVA) no significa que nuestros deseos hayan sido fijados en piedra, que no puedan ser cambiados o que pueda desentenderme del asunto. Todo lo contrario, firmar un DVA significa pensar en el futuro, saber que nuestra vida es finita y preguntarnos por aquellos deseos en el fin da la vida. No se trata de pensar únicamente en la vejez, se trata de pensar qué queremos en casos de accidentes o enfermedades graves que puedan hacer imposible manifestar lo que queremos en ese momento.
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Idea 1. El derecho a morir dignamente es dinámico, aún cuando se ha firmado un DVA, vale la pena actualizarlo.
El derecho a morir dignamente está en constante evolución en Colombia. Con frecuencia hay nuevas sentencias de la Corte Constitucional, nuevas reglamentaciones por parte del Ministerio de Salud y nuevos proyectos de ley que se presentan en el Congreso. Aún cuando una persona ya haya firmado un DVA debe estar atento a los cambios en las normas que, cada tanto, pueden requerir una actualización. No es que el panorama normativo cambie cada semana o año, pero los DVA se firman para durar mucho tiempo, décadas inclusive, entonces estar atentos es siempre una buena idea.
Idea 2. Las redes familiares y de confianza cambian, es clave actualizar a las personas que deberán hacer valer nuestra voluntad.
No solo cambian las normas, también cambian las relaciones familiares y de confianza. Cuando firmamos y formalizamos un documento de voluntad anticipada identificamos personas cercanas y tenemos conversaciones profundas con ellas, sin embargo, conforme pasa el tiempo, esas relaciones pueden cambiar, por ejemplo: familiares que fallecen, se alejan, matrimonios que se acaban, hijos que se van del país, entre muchas otras realidades.
Dado que los DVA se firman y formalizan para que duren años o décadas, debemos estar siempre atentos a quienes son las personas más cercanas que pueden ayudar a que nuestras decisiones sean conocidas y respetadas en casos de urgencia o emergencia, cuando nosotros mismos no podamos darlas a conocer y hacerlas valer.
Cuando las redes familiares cambian cada persona debe verificar si basta con entregar más copias del DVA ya firmado y formalizado a nuevas personas o si se requiere generar un nuevo DVA actualizado.
Idea 3. Las decisiones que están en el DVA pueden cambiar e inclusive ser revocadas.
Las decisiones que se toman en un DVA pueden cambiar conforme avanza nuestra vida, nos volvemos viejos, cambia nuestra familia, nuestras prioridades o creencias. Si luego de haber firmado y formalizado un DVA decide cambiarlo en algunas de sus partes, por ejemplo: si inicialmente decidió que no quería la eutanasia pero luego decide que sí, o si quiere revocarlo completamente puede hacerlo, sin embargo, debe seguir los mismos pasos que siguió inicialmente para firmarlo y formalizarlo.
Si lo formalizó por medio de escritura pública ante notario debe revocarlo por la misma vía. Si lo formalizó vía testigos debe elaborar un documento de revocatoria, formalizarlo de la misma manera y ponerlo en conocimiento de las personas que tuvieron conocimiento. Si lo formalizó ante profesional de la medicina debe acudir donde él u otro para revocarlo o modificarlo y que se incorpore de esa manera en la historia clínica.